¿cuál es tu zamba preferida?

¿cuál de estas chacareras es tu preferida?

¿Cuál es tu danza preferida?

jueves, 4 de diciembre de 2008

Atahualpa, el cantor de artes olvidadas...



El cantor


Como yo no soy cantor
me está sobrando guitarra.
Para cantar como canto
con las bordonas me basta.




Pobre corazón el mío,
herido por la distancia.
Para esconder sus pesares
se tapa con la guitarra.




No quiero apero de lujo,
ni quiero espuelas de plata.
Es otra luz la que busco.
Otro brillo me hace falta.


Seis cuerdas son muchas cuerdas
para uno que no sabe nada.,
Para cantar como canto
me está sobrando guitarra.


Atahualpa Yupanqui: poema del libro "La Capataza" (1992)


domingo, 30 de noviembre de 2008

esperandote estoy, ¡Mi capataza!




La Capataza

De pie en la noche, como un árbol solo
esperándote estoy, luna del cielo.
Porque quiero nombrarte capataza
de todo lo que amo y lo que dejo.

Te investirás de todos los poderes
a más de tu ejemplar sabiduría.
Y cuidarás haciendas, campos, montes,
senderos, ranchos, río y lejanías.

Que cuelguen los espejos de tu ronda
sobre los matos y el tuscal cumbreños.
A la hora en que el paso de los pumas
desata en el corral todos los miedos.

Esparándote estoy, mi capataza.
Centinela sin par: ¡Mi luna gaucha!
Para que busques la canción perdida.
la que nunca canté bajo los talas.

Te enseñaré los nidos de zorzales,
y el pequeño rum-dum anochecido.
Que se llena de arpegios y temblores
cuando brota en los pastos el rocío.

Capataza, me voy. Ya me despido.
Salgo a buscar vidalas al sendero.
¡Tú le dirás las cosas que me callo
a todo lo que amo y lo que dejo!


Poema de Atahualpa Yupanqui, incluído en el libro “La Capataza”. Ediciones Cinco.
Buenos Aires, 1992

viernes, 28 de noviembre de 2008

y lo mejor de mi canto se queda dentro de mí...

LE TENGO RABIA AL SILENCIO
Le tengo rabia al silencio
por lo mucho que perdí.
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz.
Un día monté a caballo,
Y en la selva me metí,
Y sentí que un gran silencio
Crecía dentro de mí.
Hay silencio en mi guitarra
Cuando canto el yaraví,
Y lo mejor de mi canto
Se queda dentro de mí.
Cuando el amor me hizo señas,
Todo entero me encendí.
Y á fuerza de ser callado,
Callado me consumí.
Le tengo rabia al silencio
Por lo mucho que perdí,
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz.

Atahualpa Yupanqui

lunes, 24 de noviembre de 2008

adentro de mi alma...

Mi Bandera
Letra: Juan ChassaingMúsica: Juan Imbroisi

Aquí está la bandera idolatrada,
la enseña que Belgrano nos legó,
cuando triste la Patria esclavizada
con valor sus vínculos rompió.

Aquí está la bandera esplendorosa
que al mundo con sus triunfos admiró,
cuando altiva en la lucha y victoriosa
la cima de los Andes escaló.

Aquí está la bandera que un día
en la batalla tremoló triunfal,
y llena de orgullo y bizarría
a San Lorenzo se dirigió inmortal.

Aquí está como el cielo refulgente
ostentando sublime majestad,
después de haber cruzado el Continente,
exclamando a su paso: Libertad!Libertad!
Libertad!

Un sentimiento patriótico...

AURORA
Letra de H.C. Quesada y L. Illica
Música de Héctor Panizza

Alta en el cielo, un águila guerrera
audaz se eleva en vuelo triunfal;
azul un ala del color del cielo,
azul un ala del color del mar.

Así en la alta aurora irradial,
punta de flecha el áureo rostro imita,
y forma estela al purpurado cuello.
El ala es paño, el águila es bandera.
Es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios;
es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios;
es la bandera de la patria mía,
del sol nacida que me ha dado Dios.

jueves, 20 de noviembre de 2008

tradiciones del norte argentino...

Topamiento (Tinkunaku)

Según Ana S. Cabrera, la motivan dos mujeres o una pareja, que desean unirse en vínculo de afecto, es decir, van a ser comadres o compadres.

Nos cuenta Rafael Cano que son indispensables 3 elementos: almidón, albahaca y aloja. En el sitio elegido para el encuentro (topamiento), se levantan dos arcos, hechos de gajos de olivo, sauce o mimbre, a los que adornan con flores de papel y bramante abullonado prendido con cintas.

En medio de los mismos colocan una mesa cubierta con mantel, y a falta de éste, una sábana adornada con ramitos de flores silvestres y moños de cintas, procurando dejar espacio libre en el centro. Desde una distancia aproximada de 20 metros, ambos grupos presididos por cada una de las comadres, marchan a encontrarse bajo los arcos.
Una es la comadre, la otra aspira al título por lo que dicen: "la comadre convenida"; ambas van escoltadas por orquestas lugareñas y los acompañantes gritan, tiran cohetes y cantan la vidala de las comadres:

Señora comadre,ay, vidalitá,
la vengo a llevar;
llegando a mi casa
la voy a coronar.

La comadre exhibe una corona de bizcochuelo, fabricada con harina, huevo, azúcar, recubierta de "vidriado" y adornada con palomitas de la misma masa. A su vez la comadre convenida conduce una guagua de quesillo o masa (masaguagua) simulando una criatura. Hombres y mujeres van arrojándose almidón hasta blanquearse completamente.

En el primer encuentro o topamiento las comadres se abrazan y luego toman asiento en costados opuestos de la mesa. Los concurrentes les arrojan almidón, papel picado y gritan: "Vivan las comadres".

Después de este ceremonial se encuentran y proceden al bautizo de la guagua. Un paisano previamente elegido hace de cura; con la mano traza la señal de la cruz y rociando al muñeco dice:
Yo te bautizo con agua de granizo;
si no sos mestizohas de ser castizo…

Inmediatamente la guagua pasa a los brazos de la comadre y ésta corona a la convenida. Desde ese momento quedan como "comadres de obligación".
Después de colocar la guagua sobre la mesa, la multitud baila y bebe en honor de ésta y la comadre. Luego arrebatan la corona y la guagua y las rompen antes de comérselas, para luego empezar a tomar chicha y aloja hasta blanquear los ojos.

FUENTE: http://www.folkloredelnorte.com.ar/

martes, 18 de noviembre de 2008

si hay luna y rancho...hay zamba!

GUITARRA DE POBRE
Zamba (Atahualpa Yupanqui - Pablo del Cerro)

La zamba, para ser zamba
es pañuelo y es adiós.
Y es zamba de luna y rancho
si la baila el corazón.

Si yo tuviera un amor,
ay, qué zamba cantaría,
con magia de medianoche
con lujos de mediodía.

Desde la hondura del monte
el bombo llamando está.
Y el corazón suspirando...
Y el canto se va, y se va.

Para cantar lo que siento
yo no preciso la voz.
Me escondo guitarra adentro
y allí converso con Dios.

Apenitas si es guitarra
la guitarrita del pobre,
buscando coplas de plata,
hallando coplas de cobre.

Desde la hondura del monte
el bombo llamando está.
Y el corazón suspirando...
Y el canto se va, y se va.

azahares en primavera...

Azahares tucumanos

Sobre la alfombra de los naranjales
La nieve ha puesto misteriosas flores,
En las que pinta de oro sus rubores
El dulce anhelo de los esponsales.

De la misma ciudad a los umbrales
Llega la huerta para hacerle honores
Y en un ramo de aromas y colores
Se vuelca por sus rutas principales.

Heraldos vivos de la primavera
¡Con qué ternura su belleza ofrecen
en tanto cuaja su fecunda espera!

Extendidas por valles y barrancas,
Las quintas perfumadas me parecen
Un cielo verde con estrellas blancas.

Tucumán, 1952
Tomás García Giménez (poeta)

es el valle perfumado de jazmines...es la luna en el cielo!

Noche tucumana

El cielo florecido en rosas de oro,
El valle perfumado en los jardines,
La vaga idealidad de los confines,
El riacho saltón, firme y sonoro.

El gemido del viento como un lloro,
El tapiz de azahares y jazmines,
El canto cuando cantan los violines,
Y el silencio, cuando se duerme el coro.

El pájaro que entona su armonía
Y las plantas que abren sus capullos
En sutil eclosión de una alegría…

Todo es bello en tus noches misteriosas,
Mas nada cual la luna entre murmullos
Reflejada en las aguas temblorosas.

Tucumán, 1938
Poema de Tomás García Jiménez
Incluído en “Bajel de ensueño”

La mañana...de mi Tucumán

La mañana

Musa de luz, en la extensión lejana,
Desatando la gracia de sus velos
Que reflejan pequeños arroyuelos,
Se levanta gallarda la mañana.

Coronada su sien de oro y de grana,
Fuego eterno que ondula por los cielos,
Irrumpe despertando mis anhelos
En la verde campiña tucumana.

Estremecida besa en el oriente
La tierra que suspira su llegada
Para vivir entonces plenamente.

Y se quiebra su beso en los cristales,
Diamantes que la luna enamorada,
Volcó de noche en los cañaverales.

Tucumán, 1938
Poemas del Campo
Tomás García Giménez (poeta)

miércoles, 1 de octubre de 2008

LOLA MORA

Una donación de Lola Mora
APENAS AYER

Por Carlos Páez de la Torre (h) - Redacción LA GACETA.

En 1894 la joven Lola Mora, una desconocida hasta el momento, presentó en la muestra artística organizada por la Sociedad de Beneficencia, una serie de veinte muy logrados retratos de los gobernadores de Tucumán, desde la época constitucional hasta su actualidad. Estaban ejecutados a la carbonilla, y llevaban al costado la firma "Dolores C. Mora. 1894". La exposición fue todo un éxito y la visitó mucha gente. Se realizó en el local de Las Heras (hoy San Martín) esquina Maipú, sede de la Municipalidad de Tucumán, que por esa época la había facilitado en préstamo a la Escuela Normal.El 9 de julio de 1894, Lola Mora decidió donar esos dibujos al Estado Provincial. La nota respectiva, firmada "Lola C. Mora", que se conserva en nuestro Archivo Histórico, estaba dirigida al ministro de Gobierno, coronel Lucas Córdoba. Expresaba que "deseo asociarme en algo a las nobles expansiones del patriotismo en este día inmortal de nuestra historia; y vengo a regalar a la Provincia, por intermedio de S.S,, veinte retratos que componen la galería de los gobernadores de Tucumán".Continuaba: "Es humilde el obsequio, pero lleva la dedicación de mi labor, dentro de la sana intención que cumplo con placer en este día". Concluía rogando al ministro "se sirva dar conocimiento al Señor gobernador y a su vez a la Honorable Legislatura, y aceptar mis votos por la felicitad del Gobierno y la prosperidad de mi provincia". Nótese que al escribir "mi" provincia, Lola Mora corroboraba su cuna tucumana.En una posdata, informaba que "los retratos se exhiben en la Exposición Artística, por pedido de la Sociedad de Beneficencia". En noviembre, la Legislatura recompensó con 5.000 pesos su gesto. Los famosos retratos estuvieron muchos años en el despacho del gobernador, en el Cabildo. Luego pasaron a la casa del Obispo Colombres, y actualmente están en el Museo Histórico Provincial "Presidente Avellaneda". El episodio se narra en "Lola Mora. Una biografía", libro que publicamos con Celia Terán en 1997.

Fuente: www.lagaceta.com.ar
http://www.lagaceta.com.ar/nota/293001/Informacion_General/Una_donacion_Lola_Mora.html

lunes, 29 de septiembre de 2008

ALHAJITA ES TU CANTO

ALHAJITA ES TU CANTO

Se publicó como reseña en la revista El escarmiento, a mediados del año 2003.Alhajita es tu canto.El capital simbólico de Atahualpa Yupanqui Ricardo J. Kaliman (Tucumán, 2003)“Alhajita es tu canto” es uno de los versos de “Zambita de los pobres”, composición de don Atahualpa Yupanqui.

La frase poética, subtitulada con el concepto (acuñado por Pierre Bourdieu) de “capital simbólico”, nos pone sobre la pista de la propuesta analítica de Ricardo J. Kaliman en este texto insoslayable para comprender, desde una perspectiva propia de la sociología de la cultura, la conformación del campo de la moderna música folclórica argentina.La información que aporta Kaliman se vuelve fundamental para cualquier investigador que quiera trabajar con seriedad objetos culturales etiquetados como “folclore” desde el sentido común: lejos de esencialismos y de miradas analíticas esquemáticas, el texto articula herramientas propias de la crítica literaria con una serie de datos contextuales, indispensables para iluminar una zona discursiva descuidada, o directamente ignorada, por la academia argentina.

Es justo recordar que ha sido el propio Kaliman, junto a un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán, el primero en preocuparse, desde una perspectiva crítica, por subsanar el olvido. “¿Por qué el reconocimiento a la obra de Atahualpa Yupanqui se alza casi omnipresente a lo largo y a través del abigarrado conjunto del folclore argentino moderno?” Este interrogante, que funciona como disparador de la argumentación, será minuciosamente respondido a lo largo de las más de 150 páginas que forman Alhajita es tu canto.

Leyendo los resquicios de las letras de Yupanqui, en un corpus breve pero preciso para reconstruir el capital simbólico del cantautor tucumano, el análisis complejiza las representaciones identitarias subyacentes en el discurso folclórico argentino, reconociendo en el decir del canto yupanquiano matrices que incluyen el esencialismo hegemónico (el folclore pensado por intelectuales orgánicos como Lugones o Rojas) junto a discursos subalternos cimentados, en el caso de Yupanqui, por la reivindicación de un temprano indigenismo y la experiencia democrática del populismo yigoyenista. Pero también la vivencia trashumante del hombre de campo, poseedor de saberes no validados por el racionalismo moderno y, al mismo tiempo, víctima de las desigualdades sociales impuestas por las clases dominantes. Al analizar el discurso de Atahualpa, discurso omnipresente en la conformación y consolidación del campo folclórico moderno, Kaliman logra confirmar una de sus premisas argumentativas: el campo del folclore moderno es “un terreno de lucha por la definición y redefinición de la colectividad que se pretende expresar en él”.

Un terreno de lucha definido originalmente por la oligarquía terrateniente, y sobre cuya oposición hubo que negociar otros sentidos. Terreno en el que, por cierto, el peronismo no dejó de marcar su huella, consolidando el circuito industrial folclórico al ritmo de las migraciones internas que, ya desde la década del 30, alimentaron las grandes ciudades, especialmente Buenos Aires y su conurbano. Debo señalar la vocación de apertura que propone Alhajita es tu canto: “Este libro no pretende ser exhaustivo ni definitivo. El campo en el que se sitúa es no sólo complejo sino además relativamente inexplorado”. En tal sentido, la elección del análisis literario se presenta como un camino posible (y en el caso de Atahualpa indispensable) para investigar esta zona cultural.

El análisis musicológico, sin embargo, no se descuida: descripciones breves y sutiles de armonías yupanquianas, lo mismo que de su estilo de canto, sirven para dar pistas a futuros investigadores que quieran profundizar, por ejemplo, en el saber de los acordes criollos utilizados por Yupanqui. La relación del cantautor con la industria de la música tampoco es ignorada, dejando abierta la posibilidad de estudiar las transformaciones de esta industria y su relación con las rutinas productivas del género.

Alhajita es tu canto se presenta, entonces, como un texto pionero e indispensable para comprender el surgimiento y la consolidación del folclore argentino moderno, complejo proceso social, dinámico y contradictorio, que continúa transformándose (a pesar de los discursos puristas y esencialistas) en una redefinición identitaria constante. Un enfoque crítico y original a uno de los textos fundacionales del folclore moderno: la obra de don Atahualpa Yupanqui, lugar de cruce de saberes y conflictos que, hasta este libro, nunca se había abordado con la rigurosidad merecida. C.J.A.

FUENTE: C. J. Aldazábal

jueves, 22 de mayo de 2008

Con permiso via dentrar...


Amigos, voy a dejar.

Está mi parte cumplida

en la forma preferida

de una milonga pampeana.

Canté de manera llana

ciertas cosas de mi vida.


Aura me voy. No sé adónde.

Pa mí todo rumbo es gueno.

Los campos, con ser ajenos

los cruzo de un galopito.

Guarida no necesito,

yo sé dormir al sereno.. .


Siempre hay alguna tapera

en la falda de una sierra.

Y mientras siga esta guerra

de injusticias para mí,

yo he de pensar desde allí

canciones para mi tierra.


Y aunque me quiten la vida

o engrillen mi libertad.

¡Y aunque chamusquen quizá

mi guitarra en los fogones,

han de vivir mis canciones

en l´alma de los demás!


¡No me nuembren, que es peca'o,

y no comenten mis trinos

Yo me voy con mi destino

pa'l la'o donde el sol se pierde.

¡Tal vez alguno se acuerde

que aquí cantó un argentino!


**algunas coplas de "El payador perseguido"


Don Atahualpa Yupanqui se fue un 23 de mayo de 1992...

pero quedará para siempre su memoria, su magnífica obra... su legado.

martes, 20 de mayo de 2008

Tucumán: el reino de las zambas más lindas de la tierra

















Nos relata Don Atahualpa Yupanqui…

Hacia el Norte: …el reino de las zambas más lindas de la tierra.

_Una noche los dioses pusieron en boca de mi padre la frase que habría de fijar definitivamente mi destino de chango agarrado al hechizo de la guitarra:


-¡Nos vamos a Tucumán!

Esa noche, la tierra desenredó todos sus caminos para ofrecérmelos. Florecieron todas las constelaciones de mi fantasía. Mi corazón se arrodillaba ante el Viento para jurarle amor v lealtad, y sumarse a la grey de buscadores de cantos perdidos. Desde esa noche comenzaba el llanto de la guitarra.


"Empieza el llantode la guitarra.



Llora, como llora el viento sobre la nevada.



Es inútil callarla. Es imposible callarla. . .




"Federico García Lorca

Partimos hacia el norte. No puedo precisar mis sensaciones cuando miré el potrero donde pastaban mis caballos preferidos. Y la alameda, y el callejón y los altos galpones y los paisanos trajinando.
Los pasajeros hablaban de asuntos que yo no entendía. La palabra guerra era extraña a mi mundo, aunque algo me hacía presentir su sentido terrible. Era en agosto de 1917, y un lento tren envuelto en polvaredas me llevaba hacia el norte de la Patria. Nadie hubiese sido capaz de disputarme mi lugar junto a la ventanilla, donde se me brindaban los más cambiantes panoramas.

La luz estaba llena de guitarras. Allí estaba mi academia, mi universidad. Y esa pequeña vihuela que llevaba junto a mí, parecía vibrar recibiendo quién sabe qué mensajes de amor y de pena, de gracia y soledad.
Anticipándome al embrujado coro de los coyuyos, penetré en la tierra santiagueña. Era como cavar profundo hasta hallar la raíz del árbol en cuya savia se nutrió mi sangre.
Mi Tata, comandando los anhelos de toda la familia, miraba hacia la selva en la media tarde caliente. Lo ganaba el pago hasta empañar sus ojos, mientras cruzaba ese país de algarrobos, pencales y quebrachos. ¡Su país!
Allá en el fondo de los montes, donde el misterio doraba sus mieles, dormían las viejas vidalas que alimentaron su corazón de quichuista.

Las pequeñas estaciones se escalonaban en la ruta. Real Sayana, Pinto, La Rubia ...
Multitud de changos asaltaban las ventanillas ofreciendo empanadas de pollo (al segundo bocado nos tropezábamos, con algún diente de vizcacha), pequeñas "catas", zorzales enmudecidos de terror, cigarrillos de chala y emplumadas pantallas.
La noche vino al fin, borrando esa pobreza que nos lastimaba, ese durar rodeado de nada, esa condición de vida que nosotros no podíamos remediar.

Cuando apuntó el alba, la tierra tucumana, como adivinando todo el amor que había de despertar en mí, tendió sus praderas verdes, idealizó el azul de sus montañas, y levantó su mundo de cañaverales, para recibir a un chango de escasos diez años que llegaba desde la lejana pampa inolvidable, con el corazón ardiendo como una brasa en el pecho, y una pequeña guitarra en la que tímidamente florecía una vidalita.

Empujado por el destino, protegido por el viento y su leyenda, la vida me depositó en el reino de las zambas más lindas de la tierra.

Yo llevaba un cuaderno, de apuntes, para anotar mis impresiones desde que abandoné la pampa en que nací. Pero no sé por cuál extraña razón, ese cuaderno no registró jamás una nota sobre Tucumán.
Quizá fuera porque todo lo que desde entonces he vivido en esa bendita tierra, había de quedar escrito en mi corazón.

Así anduve los caminos del Tucumán de aquellos tiempos; un Tucumán que luego viví durante muchísimos años y que ha cambiado u olvidado muchas costumbres que fueron tradicionales. Así transité sus arrabales, escalé su montaña, por la que un día rodé ante los ojos horrorizados de mis padres, por salvar una naranja que se me escapó de las manos.

Lo que hoy es Avenida Mate de Luna, se llamaba camino del Perú. Era un ancho callejón bordeado de tipas, yuchanes y moreras, que en aquel entonces contaba con un pequeño trencito para acercarse hasta donde hoy llaman La Floresta. Allí había una vertiente una pequeña feria. Las mujeres vendían empanadas, chancacas, Huesillos. Y había arpas y guitarras, sosteniendo la permanencia lírica de la zamba.
El viaje se hacía en volantas y coches tirados por caballos y mulas, hasta la misma falda del Aconquija. Y los apeaderos eran el Molino, la Yerba Buena y el arroyo de la Carreta Volcada. Y en estos lugares siempre se desangraba la copla. Porque a la sombra generosa de los algarrobos y aguaribayes, las guitarras tucumanas, incansables, pausadas, endulzaban la tarde. La música parecía agotarse, morir al final de cada zamba; y de nuevo renacía su manantial de saudades. Los rasgados eran precisos, suaves y firmes a la vez, quizá más fuertes en los primeros cuatro compases, que indican la iniciación de la búsqueda simbólica del amor, que ordenan el gesto de serena altivez antes de elevar el pañuelo; luego los rasgados cobraban una especial ternura, mientras el cantor resolvía las frases que cerraban la copla. Y ese era el momento en que el bailarín extendía el brazo, como si el ave blanca que su mano aprisionaba buscara un ademán de planeo y descenso sin prisa; como si el pañuelo quisiera contemplar su propia sombra en el suelo.

Estos detalles de la danza los escuché muchas veces cuando niño, y Dios sabe cuánto me han ayudado tiempo después, cuando todos los paisajes guardados en el alma, comenzaron a liberarse de mí en alas de las zambas que escribí para pagarle a Tucumán mi enorme deuda de emoción.

¡Aconquija!
He conocido después multitud.de montañas, infinitas cumbres, imponentes sierras. Pero ninguna tan llena de música como la augusta montaña tucumana de aquellos tiempos.
Por momentos creí que todo el Aconquija era una salamanca prodigiosa, en cuyas grutas guardaba su tremenda carga de cantares el Viento aquel, cuya leyenda me lanzó por el camino de las guitarras.

Mi gente estaba relacionada con algunos tucumanos residentes en la ciudad capital, en Tafí Viejo, en Ranchillos, en Simoca.
En las tertulias de los mayores era mi placer participar. Ellos trataban temas de la tierra, hablaban de hombres, de caminos, de paisanos y montañas, de antiguos arrieros, sucedidos, cuentos.
Así, hiciéronse familiares los nombres de Oliva, Jaimes Freyre, Ezequiel Molina, Valdés del Pino, Cañete, Rivas Jordán, Oliver. A ellos escuché por vez primera la voz "baguala", una tarde en que discutían sobre el canto de los Kollas. El maestro Cañete, músico de banda militar y autor de la “Zamba del 11", sostenía el nombre de "baguala". En cambio, Oliva se inclinaba por la denominación de "arribeña".

Pocas zambas y canciones llevaban un nombre definido.
Generalmente se las identificaba por alguna frase ya popularizada de su letra o estribillo, o de su región de origen, o del lugar donde fueran escuchadas. De ahí que muchas zambas alcanzaran notoriedad con el nombre de "La del Manantial", "La de Vipos", "La carreta volcada", "La Anta muerta", "La chilena monteriza”.
Muchas de estas zambas escuché. Y. luego, pasados los años volví a oírlas, aunque ligeramente cambiadas en su línea melódica, y con otros nombres. Y también supe que a la vejez se les aparecieron los "padres
Durante cien años, las bellas melodías tucumanas habían endulzado los. domingos del surco, sin que a nadie se le hubiera ocurrido apropiárselas. Los músicos se honraban con tocarlas o cantarlas. No estaban escritas. Se aprendían sin que nadie las enseñara. Es decir, se aprehendían. Eran canciones del viento, eran hilachitas halladas porque sí, se acercaban a las guitarras y a las arpas para adornar la tristeza, la nostalgia, el amor o la esperanza de los hombres.

Cada región tenía una modalidad particular, pero si existían cinco versiones de una misma zamba, todas ellas ostentaban un mismo carácter tucumano . Tenían "el mismo aire". Presentaban igual fisonomía; un corazón tiernamente dolorido, un discurso fácil y lógico, comprensible; una pequeña historia de amor y de ausencia, un azul empañado de gris; un espíritu dolido por la ingratitud, y siempre galano, cantando los asuntos de su juventud con la mejor pureza.

El hombre tiene un idioma. La tierra tiene un lenguaje. Y, en el canto popular, el hombre habla con el lenguaje de su territorio. En él se expresa el monte florido, el río ancho, el abismo y la llanura, aunque los versos no traten en detalle las cosas de la región. La música, la pura melodía, desenvuelve su canto y traduce "el pago", la región.
El hombre canta lo que la tierra le dicta. El cantor no elabora. Traduce.

FUENTE: EL CANTO DEL VIENTO. ATAHUALPA YUPANQUI (1965) CAP. III "HACIA EL NORTE"

lunes, 12 de mayo de 2008

Mientras cantan los coyuyos...

Aguatera de "El Zanjón".
¡Alhaja niña morena!
Fuego de selva en los ojos
y música en las caderas.

Desde la acequia a tu rancho
bajo el rigor de la siesta.
Arena, sol y algarrobos
en tu tierra santiagueña.

Aguatera de "El Zanjón",
eres la misma morena
que yo he visto en Sumamao
promesando a San Esteban.

Yo te he mirado, bailando
en la carpa de la fiesta.
Con tu vestido floreado
y un moño rojo en la trenza.

Pañuelo sabio de zambas,
ala en tu mano morena.
Y despertando caprichos
al zarandear chacareras.

Huarminita de los montes.
Virgen runa de la selva.
Arena, sol, algarrobos,
y un cántaro en la cabeza.

Alguna vez en la vida
volveré por esa senda,
haciendo el mismo camino
entre tu rancho y la acequia.

Y he de saludarte al paso,
aguatera santiagueña,
mientras cantan los coyuyos
en el rigor de la siesta.
Atahualpa Yupanqui

Los Fenómenos Folklóricos






TOMAR MATE, LA DOMA Y LA JINETEADA, EMPANADAS CRIOLLAS, LOCRO Y HUMITAS, ASADO A LA PARRILLA, LA TABA, EL CARNAVAL, LAS DANZAS NATIVAS Y EL TANGO, ETC.

Los Fenómenos Folklóricos son:

· populares (propios de la cultura tradicional),
· colectivizados (socialmente vigentes en la comunidad),
· empíricos, espontáneos, funcionales, tradicionales, anónimos,
· regionales (geográficamente localizados) y
· trasmitidos por medios no escritos ni institucionalizados (trasmisión oral).

Se llama también “folklore” a ciertas expresiones, en particular de carácter artístico, como danzas, canciones, música, representaciones teatrales y cinematográficas, etc., no producidas espontánea y tradicionalmente en una región determinada por el Folk., sino cultivadas por artistas determinados que reflejan en sus obras, el carácter, las formas o el ambiente propios de la cultura popular.
No son por lo tanto fenómenos folklóricos, sino proyecciones de esos fenómenos en el ámbito de las ciudades, en el plano de la creación artística individual y destinadas a un público que no es por cierto el “Folk.” Y que con frecuencia se reduce a refinadas “élites”.

Las proyecciones folklóricas revelan inspiración folklórica y se manifiestan en los más diversos campos: novela y cuento, poesía y sainete, música y coreografía, radio y televisión, pintura y escultura, cine y fotografía.

El aprovechamiento de materiales folklóricos en la escuela, la enseñanza metodizada de las Danzas Nativas, son interesantes ejemplos de carácter pedagógico.

Las proyecciones del folklore son legítimas cuando se afianzan en el conocimiento directo y en la documentación veraz de los fenómenos, en la compenetración del autor o del productor con el espíritu característico y con el estilo representativo del complejo folklórico que se trata de reflejar. Dignamente expresadas, prestigian el folklore de un país y contribuyen a que trascienda de su realidad viviente y de su documentación técnica a planos más difundidos y a veces universales, acentuando la personalidad cultural del país.
A la inversa, las expresiones chabacanas e irresponsables conspiran contra el patrimonio espiritual de la nación.



Extraído del libro “Esquema del Folklore” - Editorial Columba

Autor: Augusto Raúl Cortazar (abril de 1959) - Ex Director del Fondo Nacional de las Artes.
Doctor en Filosofía y Letras. Abogado, historiador y profesor. Especialista en Literatura Argentina y Folklore.
Presidente del Congreso Internacional Permanente de Folklore (buenos Aires, 1960).
Creador de la carrera de Licenciatura en Folklore.




En 1985 fue premiado con el Konex de Brillante


Atahualpa Yupanqui


PREMIOS KONEX
1985 -
Música Popular
Premio Konex de Brillante


1985 -
Música Popular
Premio Konex de Platino
Autor de Folclore


1985 -
Música Popular
Diploma al Mérito
Autor de Folclore


1984 -
Letras
Diploma al Mérito
Regional

Konex de Brillante 1985 y Premio Konex 1984
Es el mayor referente de la música folclórica Argentina.
Autor, compositor, guitarrista, cantor, recopilador. Desde muy joven compuso y actuó en el noroeste de Argentina y en el Altiplano. Se interiorizó en las viejas culturas aborígenes. A partir de 1950 comenzó a viajar a Europa y compartió el escenario en París con Edith Piaf.
Sus obras y actuaciones eran ampliamente reconocidas en Argentina, Latinoamérica, Europa, Medio Oriente y Japón. A partir de 1967 se instaló en París y recién en la década del 80 decidió vivir un tiempo en Argentina y otro en Europa.
Entre sus libros se destacan: "Piedra sola" (1940), "Aires indios" (1943), "Cerro Bayo" (1953), "Guitarra" (1960), "El canto del viento" (1965), "El payador perseguido" (1972), y "La Capataza" (1992).
Las formas musicales que utilizó con mayor frecuencia fueron la zamba, la canción norteña, la vidala, la chacarera, y la milonga. Entre sus canciones más conocidas se citan: Luna Tucumana, Los ejes de mi carreta, El arriero, El alazán, El aromo, La colorada, La añera, Adiós Tucumán, Zamba del grillo, Caminito del indio, Chacarera de las piedras, Milonga del solitario, Cruz del sur.
Entre sus discografías se destacan: "Testimonio I y II", "Leyendas", "Maestros del folclore", "La magia de Atahualpa Yupanqui", "20 Grandes Exitos", y "From Argentina to the world".
En su extensa carrera ha recibido los siguientes premios y distinciones:
· Primer Premio de Karlovy-Vary (Checoslovaquia) por la música de la película "Horizontes de piedra" (1956),
· Premio de la Academia Charles Cross de París (1950, 1968, 1969),
· honrado en las ciudades de Veracruz (México), Arles (Francia), Berlín (Alemania), Medellín (Colombia), Santo Domingo (Rep. Dominicana), Lima (Perú).
· También en la Argentina por: Santa Fé, Tucumán, Pergamino y Córdoba,
· Gran Premio de Folclore- Sadaic (1970),
· Premio "Tenco" 80 en el Festival de San Remo (Italia),
· Diploma de Honor del Consejo Interamericano de Música de la OEA (Washington) (1983),
· Premio Caballero de las Artes y Letras, Ministerio de Cultura de Francia (1986),
· Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (1991).

fuente: http://www.fundacionkonex.org/premios/curriculum.asp?ID=180

¿Que nos pasa con nuestro idioma?


“Idiomacidios”: una cotidiana mala praxis

Algunos no pueden proteger el patrimonio comunitario porque no están capacitados para captar su valor. A intelectuales, docentes y periodistas les cabe la responsabilidad de cuidar la lengua. Da la sensación de que optamos por asistir con pasividad a la destrucción de nuestro idioma. Es más: colaboramos con ello. Por Claudia Nicolini para LA GACETA - Tucumán.

Escribe CLAUDIA NICOLINI: Licenciada en Psicología; correctora de pruebas de LA GACETA.

Son tiempos de lucha. Tiempos de defender lo que nos identifica, nos representa, nos define, nos duele y nos construye como comunidad. Tiempos de decirles basta a quienes atentan contra nuestro patrimonio. “Hacienda que alguien ha heredado de sus ascendientes”, lo define el Diccionario de la Real Academia Española. Insisto: son tiempos de lucha. Muchas veces no se nota, pero lo son. • Greenpeace busca, mediante acciones no violentas, proteger el medio ambiente. Nació en Canadá para resistir pruebas nucleares estadounidenses en Alaska, pero amplió muchísimo su radio de acción y sus miembros ponen en riesgo la vida con frecuencia.• Desde hace tiempo, en la web se llama la atención sobre el riesgo que corre la Triple Frontera. Se aduce que los EEUU insisten en calificarla “zona roja de actividad terrorista”; buscan, como en Irak, una excusa para intervenir. No hay petróleo. El tesoro será, en el largo plazo, mucho más valioso: una inmensa reserva de agua dulce. • 15 meses atrás, Gualeguaychú era conocida por su carnaval. Hasta que se inició en Fray Bentos la construcción de dos procesadoras de celulosa. Hoy, los gualeguaychenses resisten en la ruta y defienden a capa y espada lo que están convencidos de que les corresponde: el derecho a que el río Uruguay no se transforme en un basural. • Durante el tórrido y lluvioso verano tucumano, una movilización ciudadana -que fue haciéndose masiva con el correr de las semanas- logró que el Gobierno revocara un decreto que permitía demoler algunos de los pocos sobrevivientes del patrimonio arquitectónico de la ciudad. No sé si se nota, pero poco a poco nos acercamos a casa.
Pasaron más de mil añosEn el año 978 vio la luz, en un monasterio perdido en la cordillera cantábrica, lo que se considera el primer texto en español. “Un español rudimentario, un español de nebulosa, de fruta verde todavía, donde la almendra a medio descascarar ya se adivina jugosa y dulce”, según la cubana Dulce María Loynaz, premio Cervantes y miembro de la Real Academia. La frase forma parte del discurso que pronunció el 23 de abril de 1978, en conmemoración de los 1.000 años del idioma. ¿Por qué el 23 de abril? Ese día, en 1616, murió Miguel de Cervantes Saavedra. En su honor se instituyó no sólo el Día del Libro, como lo reflejó este suplemento semanas atrás, sino también el Día del Idioma. Y el Quijote de Cervantes es “el monumento” más preciado de nuestro patrimonio como hispanohablantes. Para cuando apareció, hacía más de 100 años que, con su boda, los Reyes Católicos habían iniciado la unificación española -que implicó la generalización de la lengua castellana-, consolidada con la conquista de Granada en enero de 1492. Nueve meses después, Colón llegaba a América, y con él, el idioma. Mucho había cambiado; el árabe lo había alimentado y pronto se nutriría también de las lenguas aborígenes. “Torrente luminoso que volcó España en nuestro hemisferio”, llama la doctora Loynaz a este “español adulto”. “Gran don fue el suyo, y sólo suyo -añade-, aunque después nosotros nos hayamos apresurado en acrecentar la hermosura que se nos confiara. Ahora el idioma es obra de todos”. Otra vez de patrimonio se trata. Y entonces, si son tiempos de lucha, ¿por qué no luchar en defensa del idioma?
Hacerse cargoAlgunas personas no pueden proteger el patrimonio comunitario porque no están capacitadas para captar su valor. Entonces, se desperdicia agua; se tira basura donde no corresponde; un pucho mal apagado causa incendios forestales... Está mal, pero no es lo más grave. Lo grave son aquellos que tienen las herramientas para distinguir lo malo de lo bueno, y eligen lo malo. (Los pares antitéticos pueden reemplazarse: rentable/valioso; fácil/difícil; cómodo/trabajoso; deshonesto/intachable... ¿Hace falta seguir?) Estos, que sí las tienen, son, por ello mismo, responsables: gobernantes, profesionales, intelectuales, técnicos, docentes, periodistas...Pues bien: en esto de la lengua, docentes, intelectuales y periodistas (por lo menos) somos responsables, porque somos referentes en el uso del idioma, y porque nuestra forma de decir -o de escribir- influye, se difunde y se cristaliza. En consecuencia, por una cuestión ética nos toca de manera sustancial cuidar, defender y enriquecer nuestro idioma. Sin embargo, da la sensación de que optamos por asistir pasivamente a su destrucción. Es más: colaboramos con ella. Y no se trata de los neologismos ni de la incorporación, que afortunadamente la Academia acelera, de palabras que le aportan al español peninsular el de América y los otros idiomas. No. Me refiero a que escribimos mal y hablamos peor. A que las tildes bien puestas son más difíciles de conseguir que una audiencia con la Presidenta. A que usar correctamente las preposiciones parece más complicado que aprender chino. A que los diferentes tiempos verbales son tratados como si hubieran sido gestados por algún escritor trasnochado y extravagante, y no porque le indican al oyente -o al lector- momentos distintos de lo que se está narrando. “Se entiende igual”, decimos, con total desapego por lo nuestro, como apología de los cientos de “idiomacidios” que cometemos a diario... Y si algún tribunal pudiera juzgarnos, seguramente nos acusaría de “homicidio agravado por el vínculo”. Porque hay algo incontrastable: el lenguaje nos constituye a los hispanoablantes; es nuestro patrimonio común. Pero, además, periodistas, intelectuales y docentes (por lo menos), es nuestra herramienta de trabajo. ¡Y la usamos tan mal! ¿Qué diríamos de un cirujano que no supiera manejar su bisturí?; ¿que dejara por descuido, desidia o impericia una horrenda cicatriz a la hora de suturar, total la herida “se cura igual”?El 23 de abril de 1978 la doctora Loynaz insistía: “el idioma es obra de todos: los grandes escritores, oradores, poetas lo afinaron y extrajeron sus más recónditas esencias, se sirvieron con singular maestría del habla popular y hasta le adjudicaron jerarquías que debemos respetar, al menos mientras no se invente nada mejor. Todo esto lo hicieron los maestros del idioma, pero el idioma ya estaba allí. Y seguirá estando, mientras la misma masa anónima que le dio la vida no termine también por darle muerte”. El español está cumpliendo sus primeros 1.030 años. Nos toca a nosotros, los que tenemos la responsabilidad de usarlo bien, no permitir que aquel oscuro vaticinio se cumpla. © LA GACETA

FUENTE:
http://www.lagaceta.com.ar/
http://www.lagaceta.com.ar/vernota.asp?id_seccion=109&id_nota=270881

jueves, 8 de mayo de 2008

Mi querido país...





Recuperar nuestra identidad nacional desde las aulas


¿Es éste un objetivo demasiado utópico o es una necesidad que quedó atrapada en las redes de una Posmodernidad que poco tiene que ver con las culturas populares?
Lo cierto es que la educación representada por cada establecimiento escolar (público o privado, urbano o rural) debería tener una visión liberadora, democrática, justa e igualitaria del hombre y de la sociedad.
Más allá de las tecnologías y las constantes actualizaciones que el medio exige para alcanzar una inserción laboral, la escuela no debería perder de vista su principal propósito: Formar sujetos autónomos, con mentes abiertas y capacidad de discernimiento.Aprender a interpretar mensajes (imágenes, símbolos, textos) y pensar reflexivamente es un proceso de retroalimentación recíproca, que se perfecciona con el ejercicio diario. Pero, a su vez, es relevante destacar que no es un procedimiento aplicable sólo para algunos estratos sociales, sino que por el contrario, es un derecho de todos los que están dispuestos a reconocer que ningún éxito se logra sin un esfuerzo personal.
Es imprescindible concientizarnos de que todas estas reformas deben apuntar a reconstruir nuestra identidad nacional. Recuperan el sentido de “lo nuestro” que la globalización y la cultura mediática lo arrastro hacia el olvido.
Para remitirme a un ejemplo concreto y actual, si comentáramos en una clase de literatura sobre la muerte del creador de Patoruzú e Isidoro Cañones, es probable que ni siquiera despierte en ninguno de nuestros alumnos curiosidad por saber quién era.
Lo que nos lleva a reconocer que la Historieta argentina y su famosa galería de personajes son figuras desconocidas para nuestros adolescentes que actualmente se hallan sumergidos en la matrixmanía traída por la cultura mediática desde USA como un mercado de consumo masivo, altamente significativo. Es obvio que resultaría ilógico pretender vivir de espaldas a la Posmodernidad y a las nuevas tecnologías, pero también seria una postura necia olvidar todo aquello que forma parte de nuestro acervo cultural.Muchos escritores argentinos, sin contar con el uso de la tecnología actual, con una sutil destreza para manejar el lenguaje crítico, reflexivo irónico y humorístico, dieron vida a personajes inolvidables como Mafalda, quien dejó su presencia en varias generaciones de argentinos.
Resultaría una experiencia sumamente interesante y provechosa, volviendo al género de la historieta, que nuestros jóvenes aprendieran a leer “entre líneas” esas tiras cómicas que no están tan alejadas de nuestra realidad aún y pudieran compenetrase así con esa idiosincrasia tan particular de nosotros, los argentinos. Pero para ello es necesario que los docentes busquemos las estrategias adecuadas para lograrlo, debemos rescatar todo lo heurístico que hay en ellos y tratar de direccionarlos para que alcancen los objetivos pedagógicos deseados.
De ese modo, por un momento, dejarían de ser absorbidos plenamente por esa cultura de los medios masivos, comprometida con interese foráneos y que poco tienen en común con nuestras tradiciones y costumbres.
Es bastante usual escuchar a nuestros alumnos dentro o fuera del ámbito educativo, referirse a La Argentina como “este país” y no “mi país”. Un término tomado del mundo de los adultos que los desliga de su compromiso con la Patria; porque para ellos claramente la responsabilidad está en “los otros”.Muy difícilmente estos jóvenes actores, que hoy viven atomizados dentro de una cultura mediática, que focaliza su interés en un mundo material, hedonista y busca sólo satisfacer el placer a través del consumo, puedan convertirse, mañana, en verdaderos constructores de una sociedad justa, participativa y con un claro sentido del ser nacional, cuando ellos, como protagonistas del cambio no logran primero hallar su verdadera identidad.
Si realmente, como docentes del Nivel Medio, asumimos la tarea, y al mismo tiempo el desafío, de convertir a estos adolescentes en actores protagónicos de un verdadero cambio social, debemos empezar por conectarlos más con nuestro pasado, con nuestro patrimonio cultural (histórico, literario, ideológico, etc.) convertirlos en autogestionarios de sus propias realidades para que de ese modo se sientan más involucrados y comprometidos con los interese de la sociedad en la que viven.
Es por lo tanto imprescindible e imperioso que la escuela vuelva a recuperar su rol institucional dentro de esta sociedad como formadora de mentes abiertas, pensamientos autónomos y forjadora de espíritus inquietos, capaces de recuperar, compartir y fortalecer aquellos sentimientos tan valiosos como postergados: el amor a la patria y el orgullo de sentirse argentinos.



Escribe: Susana B. GonzálezLa autora es Profesora de Enseñanza Media y Superior en Letras, Docente en el Nivel Secundario y Terciario de la Provincia, y Coordinadora de Talleres de Redacción Administrativa para el personal de empresas en el ámbito estatal y privado. Es Profesora y Licenciada en Letras - Universidad Nacional de Cuyo - Argentina.

Te gustaría bailar una zamba?









La zamba

Alguien desprendió del cielo
una hermosísima estrella,
Y para hacerla mas bella
la adorno con su pañuelo.
Le dió el pájaro su vuelo,
el atardecer su calma,
y le brindó toda su alma
algún gaucho payador
que suspirando de amor
tuvo su cielo en la Zamba.

Autor: Rubén Carlos Chandler.


La zamba es la danza que expresa el romance de la pareja en su modo más auténtico.
En el Pozo de Vargas, los santiagueños, tucumanos y catamarqueños, al ver que eran arrollados por los riojanos, hicieron tocar una zamba a la banda militar colocandola al frente de sus soldados. Ningún himno épico podría haber producido mayor efecto que los sones sencillos y vibrantes de aquella música tan familiar y querida. Cada compás de la zamba sacudía con honda emoción las fibras más intimas de aquellos valientes, trayendo a sus mentes el recuerdo del hogar ausente. Y el coraje del que lucha por los suyos los envolvió cual ola arrolladora inclinando la batalla a su favor. Este es el origen de La Zamba de Vargas. Queda ella como un ejemplo de la fuerza emotiva que puede desarrollar nuestra música nativa.
Hermana de la Marinera (danza nacional del Perú), y de la Cueca (danza nacional de Chile).
En las primeras épocas de nuestra historia fue la danza preferida entre los gauchos y paisanos y entre las clases populares. Se extendió por todas las provincias y era la preferida.
Era tal el respeto y admiración que se le tenía a la zamba que las costumbres indicaban que se bailara primero una Zamba. Luego un gato. O Zamba y chacarera...o Zamba y escondido. Pero siempre dominaba la zamba como la danza madre.







Mi patria...


Luzco orgulloso una Escarapela
Con los colores de mi Nación,
Te quiero mucho Patria Argentina
Es lo que dice mi corazón.
¡Viva la Patria!

MI TIERRA TE ESTAN CAMBIANDO

Mi tierra te están cambiando
o te han disfrasa’o que es pior
amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón

La zamba ya no es la zamba
del provinciano cantor
que se han hecho los estilos
del paisano trovador

Donde están las vidalitas
que en antes escuchaba yo
igual que en aquellos tiempos
de cuando fui charamón

Mi tierra te están cambiando,
o te han disfrasa’o que es pior
amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón

Cruz del sur márcame un rumbo
donde esconder mi dolor
dame un árbol solitario
de la pampa en un rincón

Dame un campo florecido
con macachines en flor
ande galopen potriadas
como ensayando un malón

Ande mire reflejarse
la luna en el cañadón
ande naide me pregunte
de’ande vengo y p’ande voy

Igual que en aquellos tiempos
de cuando fui charamón
mi tierra te están cambiando
o te han disfrasa’o que es pior

Amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón

Atahualpa Yupanqui

miércoles, 16 de abril de 2008

Del alma criolla la esencia


DANZAS DE LA PATRIA

Las danzas criollas de ayer,
tradición de Patria vieja,
son flores que nos legaron
los padres de nuestra tierra.

El que quiera penetrar
del alma criolla la esencia,
que conozca nuestras danzas
y las baile si pudiera.

Ellas hablan de otros tiempos
y nos traen a la fiesta
la emoción de aquellos días
junto al fogón de la huella.

¡Vivan las danzas criollas
joyas de ayer que veneran
los argentinos que bailan
Zamba, Gato y Chacarera!


Pedro Berruti

soy como el hornero...


El Gaucho
¡Sencillo y trabajador… honesto y hombre sincero es de las pampas pionero… el que a la tierra cultiva… es en la paz y en la guerra… valiente a carta cabal y es el amigo leal… que por otro da la vida! ¡Hace su casa de barro… con empeño y con esmero como copiando al hornero cuando construye su nido… enamorado perdido… es poeta y payador… cuando le canta al amor… o a algo que se ha querido! ¡Es el amo de las pampas y de las verdes llanuras… con su modesta cultura… siempre en sus versos expresa amor y delicadeza… dedicando a la mujer… todo aquello que haga ver… su bondad… o su belleza! ¡Es criollo galardón… de la celeste bandera… y por la patria pelea… con amor y con destreza… llevando con entereza dentro de su corazón… la honesta resolución… de libertad y de pureza! ¡Es el apuesto exponente… de otra generación… que con su dedicación y probada valentía…. nos ha ayudado en la vida… a entender la honestidad… y que siempre la verdad… triunfa sobre la mentira! ¡Gaucho bueno…. campesino perdido en el universo… yo te dedico estos versos que llevo en mi corazón… como una retribución… por tu lucha y tu lealtad… que nos dieron libertad… y apoyaron tu razón!

Autor: Carlos A. Caggiani

El folklore es la savia de la Patria.!


Identidad nacional

Una opinión de valor


"El folklore puede ser factor esencial en la exaltación de valores humanos, espirituales, sociológicos. Grupos populares de diversas regiones del país se miran como extranjeros en nuestra misma patria, porque se desconocen recíprocamente. Millones de personas en las grandes ciudades ignoran en absoluto como viven y sienten los hermanos argentinos de remotas provincias. Nuestra cultura tradicional es el más preciado tesoro colectivo y lo cambiamos por novedades a veces insignificantes.
Por triste paradoja, parece repetirse el trueque del oro indiano por las cuentas de vidrio... Malbaratamos nuestra herencia sin conocerla. Y sin conocimiento no hay amor verdadero. Apreciándola como merece, nos daría el impulso para grandes obras auténticamente argentinas. No es una posición retrógrada. Nosotros, como tantos países cultos de la Tierra, podemos conformar un estilo, infundir en los productos materiales y artísticos de nuestra cultura un espíritu, un carácter digno de la insuperable tradición que la historia ha puesto providencialmente en nuestras manos.
Augusto Raúl Cortazar

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Los pueblos que olvidan sus tradiciones no saben de donde vienen ni saben adonde van y se convierten en un conglomerado amorfo sin dirección ni sentido... (Jaime Dávalos)


martes, 15 de abril de 2008

Tenemos nuestra danza nacional

El Pericón, danza nacional argentina

H.Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY

Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la Imprenta del Congreso de la Nación.
Nº de Expediente
2767-D-2007
Trámite Parlamentario
65 (06/06/2007)
Sumario
DECLARAR AL PERICON COMO DANZA NACIONAL ARGENTINA.
Firmantes
DI POLLINA, EDUARDO ALFREDO - BINNER, HERMES JUAN - BECCANI, ALBERTO JUAN - BISUTTI, DELIA BEATRIZ - TATE, ALICIA ESTER - MENDEZ DE FERREYRA, ARACELI ESTELA - SESMA, LAURA JUDITH - AUGSBURGER, SILVIA - ZANCADA, PABLO V..
Giro a Comisiones
CULTURA; EDUCACION, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGIA.
El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo 1°: Declárase danza nacional argentina, la danza pericón.
Artículo 2º - Comuníquese al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Hemos recibido sugerencias y aportes de entidades tradicionalistas ante las cuales ponemos a disposición nuestra actividad legislativa para propiciar el presente proyecto de ley, por el cual declaramos al pericón como danza nacional. Por ello, hacemos un poco de historia de nuestra cultura nacional.
"La tradición oral nos dice que su nombre nos viene del apelativo "perico" o "pericón", nombre con el que se le asignaba al baile o sea al actual bastonero (1) .
Otra versión dice que se llamaba perico a los abanicos que usaban las damas en la corte. Era una danza acompasada que bailaban las damas con sus trajes ampulosos y gran perico en la mano, esto le daba un aire importante, ya sea de plumas-sedas, con filamentos de marfil o nácar.
No es posible determinar una época para definir el nacimiento de la danza pero se tienen noticia que al llegar San Martín de España en el año 1812 se bailaba el pericón en los salones de la Colonia.
En 1820, comenta en sus escritos Eduardo Gutiérrez en una crónica que alude a un viaje que hiciera a la estancia LOS CERRILLOS de don Juan Manuel de Rosas, que éste, al homenajear al entonces Gobernador de Santa Fe Don Estanislao López, dirige un pericón con 50 guitarras.
En 1823 el almirante Francés L. J. Duperry, jefe de la expedición científica de Concepción incluía el pericón entre las danzas que practicaban las damas en las Colonias Del Río de la Plata, hoy Argentina.
En 1824, Lafond al llegar a Chile, dice en sus memorias que la danza más bailada es el pericón.
En 1858 en Entre Ríos es la danza más popular. En 1883 Ventura Lynch dice en sus ediciones que entre las danzas "El pericón es otra de las lindas danzas que baila el gaucho....baile de cuatro como ellos lo llaman denominando la primer figura demanda o espejo...".
Mas tarde Eduardo Zapiola comenta que Don José San Martín lo llevó junto con el cielito-la sajuriana y el cuando a su campaña.
Hacia el año 1884 los actores Argentinos -Pepe Podestá- la incorpora a su obra Juan Moreira. Se estilaba matizar las funciones circenses con baile y a sugerencia de Elías Regules se bailó el pericón. Éste le enseño a los circenses las figuras y fue incorporado a la obra. Por entonces existían muchos pericones, pero la picardía de Pepe Podestá lo iluminó para que registrara en patentes y marcas por entonces propiedad intelectual un pericón llamado Pericón por Maria. Lo hizo famoso en el circo, tanto que, con el correr de los años, esta pieza llegó a ser desvirtuada de tal forma que cayó en el olvido en los salones. Los hermanos Podestá viajaron por el interior del País interpretando esta obra. Le han agregado a lo tradicional la figura del pabellón; la misma se interpretó en carpas, campo y teatros que aún guardan sus recuerdos como el Colón de la Ciudad De Magdalena, Pcia. de Buenos Aires o en Chivilcoy u otros lugares donde hemos hallado sus recuerdos.
En el año 1890 llevan la obra a Montevideo donde obtienen un remarcado éxito.
En el año 1890 el músico Gerardo Grasso registra la partitura del pericón denominado "PERICÓN NACIONAL"
Existen algunas partituras anónimas y letras de Pericón.
Así mismo se mantiene en el hacer popular la picaresca del gaucho cuando realizaba sus contrapuntos o simplemente cuando floreaba a la mujer que lo acompañaba en el baile con picardía y donaire, la mujer debía responder a sus galanteos con evasivas, rechazo o aprobación siendo llamado relaciones."
A lo dicho, podemos agregar que una de las variantes del Cielito de muchas parejas, se bailó con la ayuda de un bastonero al que se le daba el nombre de "pericón". De ahí que la variante de la danza se llamó cielito apericonado; con el correr de los años, esta forma de bailar el Cielito fue cobrando importancia y se distinguió de aquél como danza independiente tomando el nombre de Pericón.
En 1817, ya como danza independiente, San Martín lo llevó a Chile, junto con el Cielito, la Sajuriana y el Cuando. Allí alcanzaron gran difusión.
Se bailó desde los primero años de nuestra independencia tanto en la campaña como en los salones de la región pampeana, litoral, y centro.
Con esta danza se pretende realzar el fervor patriótico y revalorar nuestra cultura a través del despliegue coreográfico y los colores de nuestro Pabellón Nacional. Al finalizar se logra una carga emocional que desenlaza en un unísono ¡VIVA LA PATRIA! (2)
Se trata, en suma, de jerarquizar al baile grave, muy general en nuestra campaña y cuya música se coreaba con versos que exaltaban, muchas veces, los hechos o glorias de la patria en las épocas de su independencia.
El presente proyecto , presentado en el año 2005 (6329-D-05), perdió su estado parlamentario, por el transcurso de dos períodos legislativos sin tratamiento.. Pero habiendo obtenido dictamen de las comisiones en el mes de diciembre de 2006 y orden del día nro 1919 (impreso el 6 de febrero de 2007) es que ponemos a consideración el mismo esperando sea tratado a la brevedad, en razón del consenso alcanzado y de los motivos que lo alientan.
(1) BREVE HISTORIA DEL PERICON http://www.elpericon-nacional.com.ar/

Allá en las quebradas...

LA ARRIBEÑA - Zamba
Letra y música: Atahualpa Yupanqui
Zambita arribeña,
de dónde vendrás...
Quién sabe qué ausencias y qué nostalgias
llorarás...
Allá en las quebradas
y en el arenal
se estira tu canto como un lamento
del piegral.
Por esos cerros se llevan los vientos
los tristes acentos de mi soledad...
A veces, el llanto
se vuelve canto
en el andar...

A veces, el canto
se vuelve llanto
en el andar.

Zambita arribeña,
tal vez un amor
te dió la tristeza que en estos tiempos
sufro yo.
Caminos andando
quien sabe por que...
Igual que la zamba, con un recuerdo
viviré.
Por esos cerros se llevan los vientos
los tristes acentos de mi soledad...

A veces, el llanto
se vuelve canto
en el andar.
A veces el canto
se vuelve llanto
en el andar.

La Danza


La danza es la madre de las artes. La música y la poesía existen en el tiempo!, la pintura y la escultura en el espacio. Pero la danza!...vive en el tiempo y el espacio.

Quien conoce el poder de la danza mora en Dios... Curt Sachs