¿cuál es tu zamba preferida?

¿cuál de estas chacareras es tu preferida?

¿Cuál es tu danza preferida?

jueves, 8 de mayo de 2008

Mi querido país...





Recuperar nuestra identidad nacional desde las aulas


¿Es éste un objetivo demasiado utópico o es una necesidad que quedó atrapada en las redes de una Posmodernidad que poco tiene que ver con las culturas populares?
Lo cierto es que la educación representada por cada establecimiento escolar (público o privado, urbano o rural) debería tener una visión liberadora, democrática, justa e igualitaria del hombre y de la sociedad.
Más allá de las tecnologías y las constantes actualizaciones que el medio exige para alcanzar una inserción laboral, la escuela no debería perder de vista su principal propósito: Formar sujetos autónomos, con mentes abiertas y capacidad de discernimiento.Aprender a interpretar mensajes (imágenes, símbolos, textos) y pensar reflexivamente es un proceso de retroalimentación recíproca, que se perfecciona con el ejercicio diario. Pero, a su vez, es relevante destacar que no es un procedimiento aplicable sólo para algunos estratos sociales, sino que por el contrario, es un derecho de todos los que están dispuestos a reconocer que ningún éxito se logra sin un esfuerzo personal.
Es imprescindible concientizarnos de que todas estas reformas deben apuntar a reconstruir nuestra identidad nacional. Recuperan el sentido de “lo nuestro” que la globalización y la cultura mediática lo arrastro hacia el olvido.
Para remitirme a un ejemplo concreto y actual, si comentáramos en una clase de literatura sobre la muerte del creador de Patoruzú e Isidoro Cañones, es probable que ni siquiera despierte en ninguno de nuestros alumnos curiosidad por saber quién era.
Lo que nos lleva a reconocer que la Historieta argentina y su famosa galería de personajes son figuras desconocidas para nuestros adolescentes que actualmente se hallan sumergidos en la matrixmanía traída por la cultura mediática desde USA como un mercado de consumo masivo, altamente significativo. Es obvio que resultaría ilógico pretender vivir de espaldas a la Posmodernidad y a las nuevas tecnologías, pero también seria una postura necia olvidar todo aquello que forma parte de nuestro acervo cultural.Muchos escritores argentinos, sin contar con el uso de la tecnología actual, con una sutil destreza para manejar el lenguaje crítico, reflexivo irónico y humorístico, dieron vida a personajes inolvidables como Mafalda, quien dejó su presencia en varias generaciones de argentinos.
Resultaría una experiencia sumamente interesante y provechosa, volviendo al género de la historieta, que nuestros jóvenes aprendieran a leer “entre líneas” esas tiras cómicas que no están tan alejadas de nuestra realidad aún y pudieran compenetrase así con esa idiosincrasia tan particular de nosotros, los argentinos. Pero para ello es necesario que los docentes busquemos las estrategias adecuadas para lograrlo, debemos rescatar todo lo heurístico que hay en ellos y tratar de direccionarlos para que alcancen los objetivos pedagógicos deseados.
De ese modo, por un momento, dejarían de ser absorbidos plenamente por esa cultura de los medios masivos, comprometida con interese foráneos y que poco tienen en común con nuestras tradiciones y costumbres.
Es bastante usual escuchar a nuestros alumnos dentro o fuera del ámbito educativo, referirse a La Argentina como “este país” y no “mi país”. Un término tomado del mundo de los adultos que los desliga de su compromiso con la Patria; porque para ellos claramente la responsabilidad está en “los otros”.Muy difícilmente estos jóvenes actores, que hoy viven atomizados dentro de una cultura mediática, que focaliza su interés en un mundo material, hedonista y busca sólo satisfacer el placer a través del consumo, puedan convertirse, mañana, en verdaderos constructores de una sociedad justa, participativa y con un claro sentido del ser nacional, cuando ellos, como protagonistas del cambio no logran primero hallar su verdadera identidad.
Si realmente, como docentes del Nivel Medio, asumimos la tarea, y al mismo tiempo el desafío, de convertir a estos adolescentes en actores protagónicos de un verdadero cambio social, debemos empezar por conectarlos más con nuestro pasado, con nuestro patrimonio cultural (histórico, literario, ideológico, etc.) convertirlos en autogestionarios de sus propias realidades para que de ese modo se sientan más involucrados y comprometidos con los interese de la sociedad en la que viven.
Es por lo tanto imprescindible e imperioso que la escuela vuelva a recuperar su rol institucional dentro de esta sociedad como formadora de mentes abiertas, pensamientos autónomos y forjadora de espíritus inquietos, capaces de recuperar, compartir y fortalecer aquellos sentimientos tan valiosos como postergados: el amor a la patria y el orgullo de sentirse argentinos.



Escribe: Susana B. GonzálezLa autora es Profesora de Enseñanza Media y Superior en Letras, Docente en el Nivel Secundario y Terciario de la Provincia, y Coordinadora de Talleres de Redacción Administrativa para el personal de empresas en el ámbito estatal y privado. Es Profesora y Licenciada en Letras - Universidad Nacional de Cuyo - Argentina.

Te gustaría bailar una zamba?









La zamba

Alguien desprendió del cielo
una hermosísima estrella,
Y para hacerla mas bella
la adorno con su pañuelo.
Le dió el pájaro su vuelo,
el atardecer su calma,
y le brindó toda su alma
algún gaucho payador
que suspirando de amor
tuvo su cielo en la Zamba.

Autor: Rubén Carlos Chandler.


La zamba es la danza que expresa el romance de la pareja en su modo más auténtico.
En el Pozo de Vargas, los santiagueños, tucumanos y catamarqueños, al ver que eran arrollados por los riojanos, hicieron tocar una zamba a la banda militar colocandola al frente de sus soldados. Ningún himno épico podría haber producido mayor efecto que los sones sencillos y vibrantes de aquella música tan familiar y querida. Cada compás de la zamba sacudía con honda emoción las fibras más intimas de aquellos valientes, trayendo a sus mentes el recuerdo del hogar ausente. Y el coraje del que lucha por los suyos los envolvió cual ola arrolladora inclinando la batalla a su favor. Este es el origen de La Zamba de Vargas. Queda ella como un ejemplo de la fuerza emotiva que puede desarrollar nuestra música nativa.
Hermana de la Marinera (danza nacional del Perú), y de la Cueca (danza nacional de Chile).
En las primeras épocas de nuestra historia fue la danza preferida entre los gauchos y paisanos y entre las clases populares. Se extendió por todas las provincias y era la preferida.
Era tal el respeto y admiración que se le tenía a la zamba que las costumbres indicaban que se bailara primero una Zamba. Luego un gato. O Zamba y chacarera...o Zamba y escondido. Pero siempre dominaba la zamba como la danza madre.







Mi patria...


Luzco orgulloso una Escarapela
Con los colores de mi Nación,
Te quiero mucho Patria Argentina
Es lo que dice mi corazón.
¡Viva la Patria!

MI TIERRA TE ESTAN CAMBIANDO

Mi tierra te están cambiando
o te han disfrasa’o que es pior
amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón

La zamba ya no es la zamba
del provinciano cantor
que se han hecho los estilos
del paisano trovador

Donde están las vidalitas
que en antes escuchaba yo
igual que en aquellos tiempos
de cuando fui charamón

Mi tierra te están cambiando,
o te han disfrasa’o que es pior
amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón

Cruz del sur márcame un rumbo
donde esconder mi dolor
dame un árbol solitario
de la pampa en un rincón

Dame un campo florecido
con macachines en flor
ande galopen potriadas
como ensayando un malón

Ande mire reflejarse
la luna en el cañadón
ande naide me pregunte
de’ande vengo y p’ande voy

Igual que en aquellos tiempos
de cuando fui charamón
mi tierra te están cambiando
o te han disfrasa’o que es pior

Amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón

Atahualpa Yupanqui