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martes, 3 de marzo de 2009

recordando mi infancia junto a mi padre...

MICRONICAS

El canto estremecedor del bandoneón de papá

 

Por Teresa Pasquero - Redacción LA GACETA.

 

Un sábado llegué a casa después del trabajo, mientras la noche envolvía a la ciudad. Como siempre, estaba todo en soledad, en perfecto silencio. Encendí las luces, puse música y me recosté un rato a pensar, mientras Astor Piazzolla me acompañaba con sus tangos. De repente, volvieron a mi mente tantos recuerdos mi niñez, historias vividas. 

 

Recordé esos sábados a la noche en mi ciudad natal. Ciudad con tintes de pueblo, donde los chicos andaban en bicicleta, jugaban a la pelota en los potreros; donde los vecinos se sentaban en la vereda a sentir la brisa fresca del verano. Ciudad con sus calles de tierra y sus casas bajas, con enormes jardines.

Cada sábado, al volver de misa con mi mamá, apresuraba el paso para llegar rápido a mi hogar. Al llegar, el sonido de un bandoneón nos recibía. Como cada fin de semana, mi papá estaba practicando. Mientras mamá preparaba la cena, me sentaba al lado de mi "viejo" y, en silencio, con una profunda admiración, lo escuchaba tocar su bandoneón Doble A. 

Nunca faltaba en su repertorio “Caminito”; sonaba una y otra vez. Las manos de mi viejo, enormes, hacía llorar el fuelle y fluir sonidos tan masculinos y otros tan suaves y femeninos que me estremecían. 

El y su bandoneón eran uno solo, pero sus tangos eran para todos. Sus dedos bailaban y tenían vida propia, mientras miraba sus partituras, amarillas, un poco rotas y con olor a historias; siempre sentado, con un paño azul sobre sus piernas y mirando hacia la puerta.

El tiempo pasó y ya no soy esa niña que se sentaba junto a él a escuchar su música. Sus manos están débiles, por la edad, y doloridas por el tiempo. Nunca más volvió a tocar su bandoneón, pero lo extraña, aunque lo niegue. 

Sin embargo, los roles se invirtieron. Ahora es mi papá quien se sienta a mi lado a escuchar como su Doble A le canta, mientras intento aprender a tocar el bandoneón como lo hacía él.

 

http://www.lagaceta.com.ar/nota/315969/Cronicas_Digitales/canto_estremecedor_bandoneon_papa.html

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